Su refugio junto al Atlántico
La Mar es una antigua casa familiar situada en el pueblo marinero de A Guarda, en la desembocadura del río Miño, al sur de la provincia de Pontevedra. Nuestro alojamiento le garantiza una estancia cómoda en una casa especial que mantiene la tradición gallega.
El murmullo del Atlántico, la brisa fresca de la costa crean una atmósfera única para quienes deseen desconectar y disfrutar de la esencia de la vida marinera y la riqueza ornitológica del estuario del Miño.
Cada habitación y rincón de La Mar ha sido decorado con mimo, manteniendo la piedra y la madera originales como testigos de la historia de la casa, a la vez que se han incorporado detalles modernos para asegurar su bienestar.
En el interior de la propiedad hay aparcamiento para varios vehículos.
Si busca un lugar donde reencontrarse con la mar, la naturaleza, la tradición y la gastronomía local, La Mar es el punto de partida ideal.
La vivienda de piedra, con cubierta de madera y suelos de barro cocido y tarima mantiene la estructura original de su construcción. En la distribución de las estancias se han respetado las divisiones de la vivienda gallega tradicional adaptándolas a la actualidad con mejoras para facilitar un cómodo alojamiento sin modificar su esencia.
La habitación originaria es una alcoba ventanada con una cama de matrimonio, integrada en el cuarto de estar y aislada del mismo con cortinajes.
La segunda habitación es independiente, con dos camas y armario en maderas nobles. Esta habitación cuenta con un baño integrado.
Es una de las partes con mayor encanto de la vivienda con techos altos y cubierta de madera.
Mantiene la tradicional distribución de un único espacio con el hogar y el lugar de descanso (la alcoba).
Cuenta con una lareira en la que se ha integrado una chimenea en hierro fundido para disfrutar del fuego sin peligro.
La casa cuenta con dos cuartos de baño completos recién reformados.
También cuenta con un aseo de cortesía dentro de la zona originaria principal.
Espacio con acceso directo al jardín y con todos los electrodomésticos y menaje de cocina necesarios para una cómoda estancia.
Un amplio espacio de más de 1500 m² rodea toda la casa.
Con una vegetación consolidada de árboles grandes, hortensias, limoneros, buganvillas y otras plantas en un espacio cuidado y agradable.
Todo ello cercado con muros de piedra que brindan seguridad y una gran privacidad.
La parte occidental de la casa se vuelca hacia el océano Atlántico y desde todas las ventanas se puede ver el mar y la silueta del monte Tecla.
Una amplia terraza permite disfrutar de estas maravillosas vistas durante el día y de las estrellas durante las noches, ya que es una zona con poca contaminación lumínica.
El resto de las orientaciones dan al jardín y desde el porche principal se puede divisar el monte Terroso.
Por su privilegiada ubicación se pueden realizar muchas actividades distintas en un radio máximo de unos 50 km.
Visitas culturales, realizar actividades deportivas y al aire libre, disfrutar de la gastronomía, visitar las ciudades y mercadillos de Portugal, realizar rutas enológicas, observar aves en la desmbocadura del Miño, poder realizar un paseo por la ría de Vigo rumbo a las Islas Cíes, así conocer fiestas tradicionales ...
Como se puede apreciar las posibilidades son infinitas y variadas, pudiendo elegir las que más se adecuen a sus gustos.
Es una pintoresca villa costera situada en el extremo suroeste de Galicia. Famosa por su tradición pesquera y su puerto lleno de vida es un destino imprescindible para los amantes del mar y la buena mesa.
En su cima se encuentran los restos de un castro celta milenario, además de miradores con vistas espectaculares al Atlántico y al estuario del río Miño.
La comarca de O Rosal es conocida por sus dos especialidades de vinos blancos: Albariño y Rosal. Sus impresionantes viñedos y varias rutas enológicas por alguna de las múltiples bodegas locales son ideales para aficionados al enoturismo.
A Guarda se encuentra junto a la frontera con Portugal. En pocos minutos se puede cruzar el río Miño y explorar los encantadores pueblos portugueses y sus famosos mercadillos.
Un conjunto etnográfico con más de 60 molinos centenarios situados en cascada por la ladera de la montaña. Naturaleza e historia se unen en una ruta inolvidable.
La gastronomía es uno de los grandes atractivos de A Guarda.
Los productos del mar son los protagonistas de su cocina, con especialidades como la langosta, la centolla, los percebes, el pulpo o su gran variedad de pescados y moluscos.
Tanto desde Baiona como desde Vigo se puede embarcar con destino al archipiélago de las Islas Cies, paradisiaco lugar perteneciente al Parque Nacional Marítimo- Terrestre de las Illas Atlánticas.
A Guarda es un lugar ideal para los amantes del senderismo. El río Miño ofrece una oportunidad única para practicar piragüismo disfrutando de la belleza natural de la zona desde el agua. También es perfecto para el ciclismo y otros deportes y actividades al aire libre.
El estuario del Miño es un espacio natural de 1.688 ha. que fue declarado en el año 2006 Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA). Se sitúa entre en el SO de Galicia y el NO de Portugal. Está considerado como uno de los humedales más importantes de la Península con la confluencia de dos ecosistemas, el fluvial y el marítimo.
En este espacio destaca la presencia del Carricerín cejudo (Acrocephalus paludicola), catalogado como "vulnerable" a escala global y "en peligro " a escala europea.
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